¿Se puede referir a un patrón de conducta que todo docente debe evidenciar? Según la investigación de la eficacia del docente, sí es posible señalar a un conjunto de habilidades esenciales para enseñar.
Esas habilidades esenciales para la enseñanza son <<las actitudes, habilidades y estrategias necesarias para fomentar el aprendizaje del estudiante>> (Eggen y Kauchak, 1999).
Se precisan las siguientes habilidades esenciales para la enseñanza:
- La comunicación
- La organización
- El alineamiento de la enseñanza
- La focalización
- La retroalimentación
- El monitoreo
- La revisión y el cierre
- La utilización de preguntas
Cuatro características de los docentes eficaces
Junto con esas habilidades esenciales podemos considerar las características que el docente demuestra al efectuar su actividad. La labor del docente, como la programación curricular, la implementación de las actividades de aprendizaje y la evaluación de los progresos, se integra con el tono emocional que pone durante el desarrollo de la clase en el aula.
No solo se limita a plantear objetivos o propósitos de aprendizaje claros y estrategias para alcanzarlos, sino también abarca la ayuda específica que da para el desarrollo de una competencia o la comprensión profunda de un tema mediante la guía positiva y el aliento, para que el estudiante se sienta comprometido a aprender por sí mismo y de manera activa.
Esa labor implica un compromiso de hacer todo lo posible para que los estudiantes alcancen su máximo potencial y una convicción de que ellos pueden lograrlo. Todo esto revela las características de los docentes activos.
Hay cuatro características esenciales que fomentan un clima que incrementan el aprendizaje y la motivación. Y son las siguientes:
- Entusiasmo
- Modelización
- Calidez y empatía
- Expectativas positivas
A continuación, un video que analiza la huella que dejan los docentes en sus estudiantes:
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